jueves, 4 de enero de 2018

Fin de Año 2017

Querido diario,


Hemos empezado hace poco un año nuevo y es momento de hacer balance del año. Me han sucedido muchas cosas a nivel personal y también en el familiar y del entorno de mis amigos que tanto quiero.
En primer lugar hablaré de mis ahijados Dante y Suselle, que han dado un buen estirón. Parece que era ayer cuando no levantaban ni medio palmo del suelo y balbuceaban...
Y ahora se han convertido en un clickito y una clackita con voz propia.
Pero no son los únicos que han crecido. Pandy se ha convertido en un osito rebolondo y juguetón que apenas cabe en su cesto...
 Uno más en la familia. El cómplice y el mejor amigo de Dante y Suselle.
En cuanto a mi querido Diamante, se ha transformado a marchas forzadas en un padrazo de familia.

Aunque no en pocas ocasiones, Sus tiene que acudir a su rescate y hacer también de madre de él y es que Diamante nunca crecerá del todo.


Ha sido el año de la compra de mi casa. Una mansión que poco a poco va tomando forma.

 Y he encontrado a Sebastián, un mayordomo que se encarga de todo en la casa y ya se ha convertido en mi mano derecha en tierra.
Othello ha aumentado la familia. A Karim y Vaiana se une el pequeño Rafiki.

El hijo de Carmelo, mi querido pequeño Renzo ahora se ha convertido en un guapo y rebelde adolescente, que se pasa el día en la calle con sus amigos PD Junior, Manolete, Jorgito y Willy, los cuatro casi irreconocibles también después del estirón.
Sus y Diamante alicataron su cocina con unos bonitos azulejos a juego con los muebles.
Las pesadillas de Duque con la boda parece que están más cerca de hacerse realidad.

Mientras los sueños de Lilu como diseñadora de moda se han visto cumplidos con un exitoso desfile de novias este verano.

No volví a ver a saber nada ni de Francesco, el surfista italiano ni de César, el motero. He conocido a Teo, un fotógrafo de bodas, que me hizo un reportaje en el barco. Congeniamos tanto que nos invitó a pasar la Nochevieja con él. Después de cenar y tomar las uvas en casa de la madre de Sus, vino a recogernos en una impresionante limusina blanca.
Nunca había montado en una y fue impresionante la experiencia.
Diamante y Sus dejaron a los niños con su abuela Wenda. Hacía años que no salía con ellos. Desde que nacieron los pequeños apenas han tenido tiempo para ellos mismos.
Se unieron también a nosotros Lilu y Duque. Lilu no ser habría perdido por nada en el mundo la oportunidad de montar en un coche así.
Bebimos champán del minibar, comimos sushi y reímos a más no poder.




 Sus y yo nos sentíamos las reinas del Playmundo.
Debo reconocer que es fácil sentirse así con las atenciones constantes de Teo...
Finalmente terminamos la noche en una fiesta con cotillón, donde movimos el esqueleto hasta el amanecer entre luces, empujones y la música a toda pastilla.


 No faltaron los moscones intentando ligar con Sus y Lilu. Aparecían cuando Diamante y Duque se alejaban para ir a pedir una copa, tarea que se convertía una verdadera odisea debido a la gente que se amontonaba alrededor de la barra libre.


 Después los caretos de Diamante al volver y encontrar a varios clicks cerca de Sus eran un verdadero cuadro. Parecía querer fulminarlos con la mirada.
 Yo disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba, bailando con Teo, quién resultó ser un excelente bailarín de todo tipo de música.

Terminamos nuestro fin de año de madrugada, tomando unos churros con chocolate en una céntrica cafetería junto a otros fiesteros con cara de resaca, tacones en las manos y moños despeinados.




Al llegar a casa estaba muerta, no sentía los pies. Me los podrían haber cortado en ese preciso instante y no habría sentado nada. 
 Menos mal que Sebastián estaba ahí, para hacerme de bastón y llevarme hasta mi cuarto.
¿Será Teo el nuevo amor de mi vida? El corazón de los clicks es demasiado complicado para entenderlo. ¿O será el mío el difícil? En cualquier caso, la vida continúa y espero que este 2018 llegue cargado de nuevas y buenas sorpresas para mí y para los míos. Buenas noches y ¡Feliz 2018!

4 comentarios:

  1. Cuando me he puesto a leer la entrada, me esperaba algo loco y desenfrenado, para nada me esperaba algo así, tan tierno, tan mágico. No te miento si te digo que he sentido algo especial, una sensación única. Tengo un nudo en la garganta, un los ojos algo llorosos. No por nada malo, al contrario.

    Creo que has acertado de pleno con esta entrada, resumiendo muchas cosas de una forma fácil y al mismo tiempo muy cercana y tierna. Puede que la gente no lo entienda, pero estos personajes, sus vidas, sus historias...forman parte vital de mi vida, de nuestras vidas. Cuando empezamos con todo esto no llegué a pensar que esto podría llegar a convertirse en algo tan bueno para mi, tan mágico. Duclack relata muy bien lo que ha sido de la vida de todos ellos en este tiempo. Han sucedido cosas, han cambiado, al igual que nosotros cambiamos, o la vida nos cambia. Ver eso reflejado aquí me ha llegado al alma. Y ahora lo pienso con más fuerza, no morirán nunca, no mientras yo viva.

    Esas fotos de Duclack en su nueva y maravillosa casa son preciosas. Que escriba su diario es muy buena idea, eso puede dar lugar a más entradas como esta, y me encanta. Las fotos de los niños y Pandy grandes me ha llegado al corazón. Pasa el tiempo para ellos también. Recuerdo que me decían "¿pero los niños es que no crecen? ¿Y Pandy?" Pues ha llegado el momento, y ahí están. No teníamos prisas, hemos exprimido al máximo todas las vivencias que podían tener siendo unos bebés.

    La fiesta en la limusina es una pasada. Puedo sentir el viento en mi cara cuando Sus y Duclack se asoman por la ventanilla superior de la limusina. Puedo sentir esa libertad por una noche, vivir el momento con toda intensidad. Se lo merecen, todos ellos. Lilu claro está, en su salsa jajaja.

    Teo parece un encanto, además de guapo. ¿Sucederá algo más entre ellos? Como bien dice Duclack, el corazón de los clicks es complejo y nunca se sabe. Aunque teniendo un Sebastián en tu vida, tampoco pasa nada si no sale bien jajaja.

    En la disco bailando con los moscones, el sueño/pesadilla de Duque o desayunando después de la juerga (menudas caras las de algunos jajaja), son fotografías y escenas que me han gustado muchísimo.

    Somos afortunados, podemos viajar a mundos maravillosos, lejos de esta realidad tan cruda y ser quienes queramos. Me encanta ser Wen, Sus, Pandy, Duclack o Lilu, todos ellos tienen algo de nosotros y son conductores para poder hacer cosas sorprendentes y mágicas.

    Te deseo un maravilloso 2018, un año clickero al máximo, repleto de momentos inolvidables, de felicidad y que lo podamos vivir juntos.

    Gracias por estar siempre ahí, te quiero muchísimo.

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    1. Yo también te deseo Dani un maravilloso 2008 y que podamos vivir juntos muchos momentos llenos de felicidad.
      Me emociona haberte llegado con esta entrada. En realidad, no tenía ninguna pretensión con ella. Pero es agradable que te digan que han conectado de tal manera con las palabras y fotos. Tienes razón. Somos afortunados con poder viajar a través de la imaginación y sí, todos los personajes tienen algo de nosotros. Duclack tiene partes de mí, igual que otros personajes. En ellos ponemos nuestros anhelos, experiencias pasadas y nuestra manera de querer, observar e interpretar el mundo. Yo soy afortunada también de poder compartir todo esto contigo. Te quiero también muchísimo. Un abrazo

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  2. En general me gustan mucho las entradas que son diarios de los personajes porque es una forma muy bonita de conocer de primera mano los pensamientos y los sentimientos de ellos. En este caso he devorado esta entrada porque se explica tan bien lo que se cuenta que no me cuesta nada imaginar lo que vivió Duclack esa noche. ¡Vaya fiestón! Qué gracioso que le hayas puesto Sebastián al mayordomo. Me recuerda a Sebastián de la Heidi. A lo mejor no lo has hecho por eso, pero es lo primero que he pensado. No sé si Teo será el amor de su vida, pero le deseo a Duclack (y sobre todo a su creadora) lo mejor para este año, que esté lleno de magia y de prosperidad, de sueños cumplidos y sobre todo ganas de luchar por cada uno, por cada sueño. ¡Feliz año nuevo!

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    1. ¡Sí, Sebastián se llama así por el de Heidi! Es como el nombre prototipo por antonomasia. Pero este Sebastián es un poco diferente. He tratado de reunir todas las cualidades que me gustaría que tuviera. ¡Feliz Año Nuevo! Besossss

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