sábado, 6 de enero de 2018

Día de Reyes

Duclack: - ¡Menudo frío hace fuera! Sebastián, por favor, puedes encargarte de darle agua a Tinger. Creo que viene sediento.
Sebastián: - Por supuesto, señora.
 Duclack: - ¡Ya estás aquí! ¿Quieres jugar, eh?
 Duclack: - ¡Mi Tinger! ¡Cómo has crecido!
 Duclack: - Si tienes ya más fuerza que yo...
Sebastián: - Señora Duclack, el señorito Renzo. Disculpe que no lo haya anunciado antes pero pasó como un rayo al salón y no me ha dejado tiempo...
Duclack: - No te preocupes, Sebastián. Renzo es familia. ¡Dichosos los ojos! Casi no te veo el pelo últimamente. No te has pasado por aquí ni por el barco en todas las Navidades. Anda, mira en el árbol que los Reyes han dejado aquí algo para ti.
Renzo: - ¡Gracias, tía Duclack! Pero además de venir para verte, lo hice, porque quería pedirte algo...
Duclack: - Ya decía yo... ¿Qué sucede? ¿Has vuelto a discutir con tu padre por el teléfono?
Renzo: - No, por el teléfono no... Pero resulta que como sabrás dentro de dos semanas es mi cumpleaños.
Duclack: - Sí, como olvidarlo. Si te vi nacer en el barco. Siempre serás mi renacuajo...
Renzo: -Quince años no se cumplen todos los días y me gustaría hacer una fiesta e invitar a mis amigos. Una fiesta en el barco molaría un montón, por eso si tú me lo dejaras para ese día...
Duclack: - ¿El barco? Imposible, Renzo. En diez días partimos en un viaje los chicos y yo. Cuando volvamos, habrá que descargar las mercancías y no da tiempo a tenerlo listo. Probablemente ni estemos de regreso para ese día.
Renzo: - Ya había dicho a mis amigos que los invitaría ese día. A la cabaña de mi padre paso de llevarlos. ¿Y aquí podría celebrarlo?
Duclack: - ¿Seréis muchos?
Renzo: - Hmm... Jorgito, Willy, Junior PD y Manolete... Y un par de amigas tal vez. No más de diez.
Duclack: - ¿No más de diez?
Renzo: - No... ¡Por favor, tía Duclack! Conoces a casi todos. Somos responsables. Sólo queremos tomar tarta, hablar de nuestras cosas y jugar a algún vídeojuego. Te prometo que ayudaré a recoger todo.
Duclack: - Hmm... Yo no estaré... Pero Sebastián se podría quedar al cargo de vosotros...
Duclack: - ¿Qué me dices, Sebastián? ¿Podrás vigilar, para que no se descontrole un grupo de unos siete adolescentes?
Sebastián: - Estoy a sus órdenes, señora Duclack.
Renzo: - ¡¿Eso es un sí entonces?! ¡Gracias, tía Duclack! ¡Sabía que no me defraudarías!
Duclack: - Espero lo mismo de ti, Renzo. Una fiesta tranquila en el salón. Nada de alcohol ni sustancias prohibidas! ¡Y cuidado con las clacks!
Renzo: - ¡Tía Duclack, por quién me tomas! ¡No te arrepentirás!
 Esa misma tarde...
Carmelo: - Entonces saldremos el viernes de madrugada.
Duclack: - Sí, esta semana tendréis que cargar el barco con los víveres.
Othello: - No te preocupes, capitana. Ya di orden a los chicos y todo estará listo para ese día.
Duque: - ¿Vendrá finalmente el fotógrafo con nosotros?
Duclack: - Sí, quiere hacer un reportaje sobre la vida pirata. Tranquilos, yo me encargaré de él. No interferirá en las labores de los chicos.
Othello: - No hay problema. Por cierto, ¿qué tal la Navidad, capitana? Debiste venirte con nosotros a celebrar la Nochebuena. Ya me contó Duque de que salisteis en Nochevieja después de la cena.
Duclack: - Bien, en Nochevieja de cena familiar y después fiesta y en Nochebuena estuve en casa tranquilamente. Me puse las botas cenando.
Carmelo: - Nosotros lo pasamos muy bien. Nos juntamos nueve adultos y cuatro niños.
Othello: - Mi suegra Maimuna te invitaba gustosa. Total una más...
Duclack: - Hoy estuvo aquí Renzo. Me contó que se aburrió mucho, que él quería haber salido después de la cena con sus amigos, que ya tiene edad para ir de fiesta de cotillón pero que no lo dejaste.
Carmelo: - Este chico está insoportable. Ningún plan con nosotros le gusta. Sólo le divierte el teléfono. Se pasó la cena pegado a él.
Carmelo: - Nos hizo una foto a regañadientas. Y el pobre Karim detrás de él toda la noche para jugar y él pasando totalmente. Me ha dicho Tina que lo ha visto con una chica y que le confesó que es su medio novia. Tiene un pavo...
Duclack: - Está en la edad... La adolescencia es muy dura. Hoy me pidió el barco para celebrar su cumpleaños. 
Carmelo: - ¡¿Te lo ha pedido?! Le dije que si quiere invitar a sus amigos que los lleve a casa. Pero parece que se avergüenza de nuestro humilde hogar y de los piratas...
Duclack: - Le he dejado que lo celebre en esta casa. Sebastián se encargará de ellos. 
Carmelo: - No sabes lo que has hecho...



Duclack: - ¿Y Tina? ¿Cómo está?
Duque: - Come como una pupa mala. Desafió a Carmelo a que se comía en menos tiempo toda la paletilla del cochinillo y lo hizo. 
Othello: - No sé si sabes que está saliendo con mi hermano Tom. Parece que van en serio e incluso hablaron en la cena de planes de boda.
Duque: - A todo el mundo parece que le ha dado la fiebre por casarse...

Duclack: - ¿Y tus pequeños, Othello?
Othello: - Pues ya ves, capitana. Padre de familia numerosa... El pequeño Rafiki está hecho una ricura. Karim ya todo un hombrecito y mi princesa Vaiana cada día más guapa y que nadie me la toque.
Duclack: - ¿E Irene?
Carmelo: - Esa como siempre de guapa y con tan malas pulgas como siempre, ¡cualquiera le dice nada! Hubo un tiempo que pensé en ella como clack pero con ese carácter que tiene no hay click que se le acerque.
Othello: - Eso sí, su niño aunque tiene la edad de mi Karim no se despega de ella ni con agua hirviendo. Es más madrero. Y orgullosa se siente de darle el pecho aún. 
Duque: - Irene hace buenas migas con tu suegra.
Duclack: - ¡Cuánto me alegra de veros, chicos! Tenemos que reunirnos así más veces.
Othello: - Ahora que te has agenciado este pedazo cuartel general nosotros venimos encantados, capitana.
Duclack: - Y cuando lo terminé pondré en él camas suficientes, para que os podáis quedar a dormir vosotros y vuestras familias.
    Duclack y los piratas charlaron de sus cosas hasta mediada la tarde. Después se fueron y ella salió para visitar a sus amigos Sus y Duclack. 
 Sebastián: - No me mires así... no me engañas. Ya te dí de comer hace media hora.
 Sebastián: - ¡Eso ojos!... ¡Está bien!... ¡pero sólo una galletita!
 Sus: - ¡Duclack! ¡Qué alegría! Estábamos hace un rato hablando de ti. Mira cómo se alegra Pandy de ver a Tinger.
Duclack:- Y los niños...
Dante:- ¡Tinger! ¡Ruge, fiera! Grrrrrrr
Suselle: - ¡Cuánto tiempo sin verlo! Es tan suave... Parece un peluche...
Duclack: - ¿Qué tal se han portado los Reyes?
Sus: - Demasiado bien con los niños para los trastos que han sido, ahora que te enseñen los regalos.
Suselle: - ¡Nos han traído una bicicleta a cada uno!
Duclack: - ¡Menudo regalazo!
Dante: - En cuanto mejore el tiempo saldremos a estrenarlas.
Duclack: - ¿Y Diamante?
Sus: - Allí está. Ha pillado un buen catarro y no se ha movido del sofá en todo el día. Yo creo que exagera un poco los síntomas, para que lo cuidemos más...
Duclack: - Ese truco me lo conozco...
Sus: - A mí me pone negra... ¡Cómo no va a pillar catarro si va todo el día con la camisetita sin mangas amarilla que la tiene llena de agujeros!... Pero nada, a él le gusta y no hay quién se la quite... No te quedes ahí, pasa Duclack, aún queda roscón de Reyes del que hice si quieres probar un trozo...
Duclack: - Mmm... tomaré encantada un trocito, es el último dulce de estas fiestas.
                                               ¡Feliz Día de Reyes!

2 comentarios:

  1. Esta historia es especial, es la primera en la que aparece Tinger (no Tanger...) ya mayor. Menuda mascota, la casa no puede estar mejor protegida. Se ve un buenazo, aunque seguro que no dudará en proteger a Duclack y la casa si es necesario. Y me gusta ver que sigue siendo amigo de Pandy.

    Renzo es un chico muy guapo, yo diría que guapísimo. Esa combinación de piezas es preciosa. Espero poder copiármelo, tengo que buscar entre mis piratas, que los tengo guardados en una caja por el armario.

    Le pide el barco para celebrar su cumpleaños, ¡qué peligro! Menos mal que Duclack no accede, aunque al final lo hará en su casa...espero que Sebastián pueda dominar a esas pequeñas fieras con las hormonas locas.

    Duclack sigue zarpando con su barco a buscar tesoros y vivir aventuras. Ahora, como bien dice Othello, con este nuevo cuartel general, se podrán reunir muchísimas veces y con más comodidad. Hacen un pequeño repaso por la vida de algunos personajes. Tina se casará con Tom, ¡otra gran noticia! Es un personaje que tenemos un poco olvidado, pero es que no damos a basto con todos jajaja. Me imagino que será una boda poco convencional, con un ritual africano o algo así. Es verdad lo que dice Duclack, ahora todo el mundo se quiere casar...ellos, Lilu y Duque, Juanma...

    El otro día me leí la descripción de Irene, y es verdad que tiene mucho carácter, es capaz de poner orden entre los piratas. Otro personaje al que no le hemos sacado todo el rendimiento que tiene. Los niños de Othello son todos una ricura, en especial Vaiana.

    Y Diamante haciéndose el enfermo más de la cuenta para que lo cuiden, me hace gracia cuando Duclack dice "ese truco me lo conozco" jajaja. Y cuando Sus se queja que no le extraña que enferme, si siempre viste con esa camisa amarilla rota y sin mangas jajaja.

    Otra entrada preciosa en la que descubrimos que es de la vida de los personajes. ¡¡He disfrutado como un enano!!

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  2. Me había perdido varias entregas en tu blog, me alegro de que lo hayas retomado.

    Veo que la piratería va viento en popa, Duclack se ha hecho con un nuevo casoplón para poder juntarse y planificar su nuevos viajes. ¡Y encima con mayordomo! Es toda una Lara Croft.
    ¡Ah! Los iños se están haciendo mayores, al principio me chocaba un poco, pero me gusta ver cómo evoluciona la vida de estos personajes que compartes con Wensus.

    Un saludico,
    Sarrat

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